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Diario YA


 

Cartas al director

Es Cristo que pasa


Inés Robledo Aguirre. 11 de abril. Semana Santa, llena de júbilo y fervor, así está Málaga en estas fechas. Difícilmente la Semana Santa está llamada a desaparecer, porque ha calado bien en el pueblo. Es algo que atrae, que llena, sabemos que a veces tímidamente pero orquestadas se oyen voces que dicen “En estos tiempos con el signo de religiosidad que cada año adquiere más fervor, poco a poco habrá que ir suprimiéndolas”.

Es ignorancia atrevida, de quienes quizás no salen a ver procesiones, pasean por los alrededores de ellas y solo ven mucha gente de un lado para otro. Serán muchos o pocos, pero se puede recordar ese dicho popular ¿Dónde vas Vicente?, donde va la gente.

Pero el pueblo sabe que la Semana Santa es el centro de la cristiandad no es desvirtuarla hacia la cultura, la interpretación, o la desaparición. No, la Semana Santa es el recuerdo y la vivencia día a día de la Pasión de Jesucristo. Las procesiones apuntan mucha esperanza en los corazones de los hombres, viven los pasos de aquel recorrido que Jesús hizo hasta llegar asido a la Cruz al Monte Calvario.

El hijo de Dios nos hace revivir aquellas horas amargas que quiso pasar en la tierra para que nosotros, hechos de un puñado de lodo viviéramos  al fin en la libertad y Gloria de los Hijos de Dios.

Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.

Prendimiento, flagelación.

Coronado de Espinas – Mi Cristo de los Estudiantes.

La Humillación, la imagen más sentida de toda la pasión, Dios humillado, despreciado, con esas manos benditas, que tanto bien repartió, atadas, y esa túnica caída, sobre sus hombros, sin poder recomponer su figura.

Jesús carga con la Cruz.

Jesús clavado en la Cruz y muerto en el catafalco del sepulcro.

El pueblo silencioso le acompaña en todo su recorrido, ES CRISTO QUE PASA.

¡Señores que quieren confundir: Esto no es solo cultura, los cristianos y los cofrades lo sabemos y queremos respeto!

El hombre necesita de Dios, necesita tratarle, amarle y hacer de su Vida un paralelismo con El, que es lo que se encuentra en esta oportunidad al vivir la Pasión del Señor tan cerca, ES CRISTO QUE PASA.

Porque a los que todavía se resisten a ir a la iglesia, los cofrades le dan la oportunidad de acercar sus Titulares al pueblo; y ese pueblo se conmueve, se recoge, reza y pide, y luego cuando mira sus Cristos y sus Vírgenes, tan de cerca, sienten el deseo de volver a verlos, se acercan de puntilla a las iglesias y allí poco a poco van encontrando esa paz, esa alegría que le acerca a esa fe que creían perdida: ES CRISTO QUE PASA.

Opiniones encontradas surgen para fortalecer al hombre de la calle, a buscar la razón, en aquellos que dejó en el olvido, quizás años pero nada importa, es bueno, recordar aquellas cosas que aprendieron de sus padres, quizás de una gran madre y al sentir el temor de que a sus hijos le puedan privar de esos bienes que ellos mamaron, se operará ese cambio. La afectividad mueve la voluntad y eso será el resurgir de tantos cristianos -bautizados-  que salvando barreras, incomprensiones, apatía, dejadez, confusión o conformismo, más que desamor a Dios, serán la nueva antorcha que iluminará nuevos caminos, nuevas situaciones que elevarán ese listón que la sociedad merece. Entre todos levantaremos la desesperanza que a veces invade al hombre.

La Virgen de Servita cierra esta noche del viernes Santo en su recorrido oficial.

 

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