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Diario YA


 

Editorial: "Los separatistas"

Empieza a oler a primavera en España, en cuanto sale el sol aumenta el consumo, y no es descartable que la crisis económica, esa que hemos visto en negros nubarrones durante el invierne, se quede en stand by, como dicen ahora los modernos, para volver aún con más fuerza a la vuelta de las vacaciones de verano. En septiembre, cuando, como todos los años, la "vuelta al cole", la revisión de las hipotecas y las dificultades para conservar el empleo hagan que el personal vuelva a dejar el parné dentro de los bolsillos, y estemos de nuevo en el mismo punto en el que estamos ahora.

Tenemos pocas esperanzas de que el pueblo reflexione sobre el modelo económico que ha ayudado a corromper con su tácito consentimiento, así como sobre la mayor de las lacras que sufre nuestra amada patria española, y que no es otra que la de los separatismos vasco, catalán y gallego. Las tres heridas por las que mana la sangre infecunda de una España agotada por falta de una misión (que antes si tuvo), lastrada por sus múltiples vicios colectivos y en una decadencia moral terrorífica. Tres graves heridas, tres cornadas, que ni sabe, ni puede ni quiere taponar.

Los separatistas de esas tres regiones españolas han conseguido, con una obscena manipulación de la Historia, con la complicidad de socialistas y populares, y con el entontecimiento de la gente común, construir un "chiringuito político" que, lejos de ocuparse de los problemas de los ciudadanos, les sirve para vivir del cuento sin dar ni golpe, y además promover la ruptura de España. El PNV, la Esquerra y el BNG son tres entes parasitarios que se nutren de los impuestos que pagamos los españoles de todas las regiones, las diecisiete, para, con ese dinero, intentar destruir a su madre nutricia. Un "edipo" mal resuelto, sin duda.

Bajo el paraguas pestilente de un simulacro de democracia, en el que la ley ha muerto y el caos se acepta como norma general de comportamiento, los partidos autodenominados "nacionalistas" (término imposible, pues jamás existieron ni existirán "naciones" en esas regiones españolas) necesitan que haya en La Moncloa individuos como Rodríguez Zapatero: hombres de escasa integridad personal, expertos en el arte de embaucar incautos y parecidos a los secesionistas sobre todo en una cosa: en su odio cerval a España y a lo que España representa.

De ahí que, como es obvio, las elecciones regionales de este fin de semana en Vascongadas y Galicia sirvan precisamente para dar un protagonismo injustificado a los enemigos de la patria española, que si ya a diario gozan de la atención desmesurada de los medios de comunicación, ahora se sienten como la novia en la boda: protagonistas absolutos de un tinglado que les beneficia casi exclusivamente a ellos. Si pierden, ya encontrarán la forma de seguir viviendo del "momio" de la subvención pública; y si ganan, ya encontrarán con la forma de seguir pudriendo el ambiente social y enmerdando la política nacional. Eso es lo que mejor hacen.

Sábado, 28 de febrero de 2009.

Etiquetas:editorial