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Diario YA


 

“Hay un límite donde la tolerancia deja de ser virtud” B.Burke.

Marta Rovira, feminista, fanática y manipuladora: Lo peor del separatismo

Miguel Massanet Bosh.

 Si no fuera porque ya nos estamos acostumbrando a que, en este país, ocurran las cosas más peregrinas que nunca pudimos imaginar; aa que ya estamos curados de espantos ante las insospechadas transformaciones que, durante estos últimos años, ha ido soportando el pueblo español y no nos hubiéramos recubierto de la coraza de la paciencia, la resignación, la transigencia y el estoicismo, como defensa melting contra todo lo que los políticos nos han hecho tragar, desde que el tema del independentismo catalán empezó a constituirse en uno de los problemas más grandes para España desde que, la democracia, se instaló en el país a la caída del régimen del general Franco.

Probablemente deberíamos estar en las calle reclamando a voz en grito que, quienes se han responsabilizado, desde el Gobierno a la oposición, a encauzar los caminos de nuestra nación según mejor conviniera a todos los españoles, que se retiraran, que se renovara totalmente toda la clase política y que los responsables de que una nación bien encauzada, en paz y con una calidad de vida aceptable, haya llegado a tal punto de enfrentamiento entre sus ciudadanos, a instaurarse en una situación tan peligrosa en la que, una parte de ella, pretende la independencia y otra se aferra a las teorías comunistas, importadas desde las dictaduras de la América latina que han conseguido adquirir carta de naturaleza en muchas partes de esta, irreconocible España, afectada por  el virus de este populismo que da la sensación de ser imparable.

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