Ese personaje singular, la Alcaldesa de Gijón, conocida por sus impulsos y medidas radicales, es noticia en estos días en toda España con el pretexto de Jovellanos. En primer lugar en el homenaje floral y popular que todos los años se le rinde ante la magnífica escultura que preside su plaza 6 de Agosto, este año  virtual y no presencial por los terribles efectos del Covid-19, la Regidora de la Villa de Jovellanos ha alabado la capacidad de sufrimiento y su entereza ante las adversidades de su vida política. El mismo Jovellanos nos lo dejó plasmado en una de las piezas retóricas más admirables de la Historia de España, Memoria en Defensa de la Junta Central, de obligada lectura para aspirantes a servidores políticos En ella hace un gran alegato contra la corrupción política por malversación de los caudales públicos para el enriquecimiento personal algo de lo que en Asturias y en España se conoce mucho. A Jovellanos le producía lágrimas de consternación, como el mismo escribe.

Nuestro más ínclito prócer fue un gran defensor de la monarquía borbónica, pronunció una memorable pieza retórica Elogio de Carlos III , reconociendo la gran obra reformista e ilustrada del antecesor del actual rey emérito Juan Carlos I, quien a pesar de haber prestado grandes servicios a España en defensa de la libertad y la democracia ha sido condenado por los integrantes socialcomunistas de la Corporación, con sospechosa precipitación no teniendo en cuenta ni la presunción de inocencia, ni la realidad penal, porque los órganos judiciales pertinentes no han tomado ninguna medida preventiva contra su exilio voluntario. La retirada del nombre de la Avenida de su nombre, recuerda la propuesta de aquel ayuntamiento radical que quiso retirar el nombre de Melchor Gaspar de Jovellanos de un IES, por fascista (literalmente). Por lo visto en Gijón puede tener nombre de avenidas y calles personajes históricos defensores de sistemas políticos totalitarios y guerra civilistas y no uno de los mejores reyes de España como ha sido Don Juan Carlos I, a pesar de sus debilidades y errores personales.

Fidel García Martínez