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Diario YA


 

APUESTA POR UNA NUEVA LIRA

Manuel Parra Celaya.  Aparentemente, es ensordecedor el alboroto que forman los silbidos de llamada a la disgregación que lanzan a diario los genios que se esconden bajo los hongos de cada aldea. Así, da la impresión postiza de que muy pocos españoles son conscientes de serlo, y que solo una exigua minoría es capaz de pensar en España como en un todo indivisible, producto del esfuerzo de muchas generaciones que nos han precedido.

NANAS AGITADORAS: la táctica es la misma: el viejo lema de acción-represión-victimismo-acción

Manuel Parra Celaya. ¡Vaya oxímoron el que precede a estas líneas! Porque las nanas, los dulces cantos de las madres se entonan para sosegar, adormecer, a los pequeños, no para agitarlos y desvelarlos. No obstante, en los hechos a los que me refiero, los cantos -llamémosles estrategias- parecen tener una intención inquietante, y se musitan al compás de movimientos acaso no perceptibles de las cunas. ¿Hay manos que mecen las cunas? He acudido al plural pues me cuesta creer que los estadillos de violencia y agitación como a los que asistimos en nuestro mundo obedezcan a un impulso único, a las órdenes de un extraño poder que marca cuándo deben arder las calles de Hong Kong, de París, de Barcelona, de Quito o de La Paz.

NUEVA PSICOLOGÍA DE LAS EDADES

De papás-colegas, mamás superprotectoras y maestros amedrentados

MANUEL PARRA CELAYA. Decía Gregorio Marañón que el deber de los niños es la obediencia; el de la juventud, la rebeldía; el de la madurez, la austeridad, y el de a vejez, la adaptación. A estas alturas de la película, creo que la frase ha quedado desfasada, pues, si bien la tradicional Psicología de las Edades corroboraba el aserto de D. Gregorio, la imbricación de esta con la Sociología, que forma ese ensamblado sin límites concretos de la Psicosociología actual, lo ha dejado para los restos.

SINGULARIDADES Y EXCLUSIONES

Manuel Parra Celaya. Líbreme, Dios de motejar de rarezas a determinadas posturas, porque, quien más, quien menos,  todos observamos fielmente entre nuestras costumbres, prácticas o preferencias algunos aspectos que chocarían al común de las gentes. Así, uno respeta en su fuero interno aquellas prácticas o pensamientos ajenos por muy extrañas que le parezcan, siempre y cuando no perjudiquen a valores o bienes superiores, y se cuida mucho de menospreciar la dignidad personal de sus usuarios.  Cuando considera alguna de estas singularidades de tono más estrafalario, se limita a dar gracias por no haberse dejado atraer por ellas y se consuela con el viejo dicho de hay quien le da por chupar candados…

HUMANITARISMO Y POLÍTICA

Manuel Parra Celaya. Afirmamos, en primer lugar y con rotundidad, que el primero se ha convertido en una hipócrita coartada para los intereses derivados de la segunda; por lo menos, para la línea política que se deriva de los planteamientos ideológicos de la Open Society popperiana (curiosamente coincidente en el primer término anglosajón con la denominación de la ONG española Open Army) y de sus proyectos encaminados a la creación de ese Nuevo Orden Mundial, meta del capitalismo globalizado con la inestimable colaboración de la nueva izquierda.

Omnium Cultural como la Assemblea Nacional de Catalunya andan a la caza y captura de nuevos socios

Manuel Parra Celaya. Tanto Omnium Cultural como la Assemblea Nacional de Catalunya andan a la caza y captura de nuevos socios; así lo atestiguan los grandes carteles que pueden verse en diversos lugares de Barcelona, como estaciones de metro o paneles de anuncios. Se ve que, a base de cuestaciones públicas o de iniciativas peculiares (como esos sopars grogues -cenas amarillas- en las que todos los platos eran de ese color), no se obtenían los suficientes dineros para mantener el tren de vida de los llamados exiliados allende los Pirineos.

MEDITACIONES DESDE LOMBARDÍA

Manuel Parra Celaya. Imagínese, lector, una gran metrópoli que recibe en un fin de semana 500. 000 visitantes, a los que se suman los residentes del lugar que quieren incorporarse al acontecimiento. Todos ellos con el común denominador de vivir unos días presididos por el patriotismo, la camaradería por encima de generaciones, estatus sociales y opiniones políticas; con identificación ferviente hacia el Ejército, allí presente.

¿CUESTIÓN DE PORCENTAJES?

Manuel Parra Celaya. A esas extraordinarias facultades adivinatorias o proféticas que se ponen en juego en los períodos preelectorales le suelen seguir, una vez realizados los comicios, multitud de argumentaciones con el fin de felicitarse y revalidar el posible acierto o excusar el fallo con relación a lo pronosticado; se buscan, inevitablemente, culpabilidades de lo segundo y justificaciones de lo primero. A estos ejercicios -tediosos sobremanera para el que escribe estas líneas- le sigue la publicación de porcentajes, tanto procedentes de un puro ejercicio matemático como nacidos del acientífico deporte de la ucronía.

DOS SAETAS

Manuel Parra Celaya Se hizo tópico encasillar a Antonio Machado como noventayochista y a su hermano Manuel como modernista, como si se tratara de dos equipos de fútbol o de dos movimientos literarios contradictorios entre sí. Se hizo aun más tópico -vulgar y desgraciadamente tópico- oponer a los dos poetas en razón de sus respectivas situaciones y simpatías en los dos bandos de nuestra guerra civil.

NO BASTA CON EL PASADO

La primera vuelta al mundo y las reticencias gubernamentales para afirmar su rotunda españolidad

Manuel Parra Celaya. La reciente polémica sobre la conmemoración de la primera vuelta al mundo y las reticencias gubernamentales para afirmar su rotunda españolidad han vuelto a poner de relieve la indiferencia o repulsión casi sectaria que siente una gran parte de la izquierda para asumir la historia nacional. Y no basta con la sencilla explicación de que esa actitud responde a un pueril desprecio postmodernista hacia los grandes relatos, sino que encierra a todas luces un empecinamiento casi visceral para negar o silenciar cualquier hecho pasado que no pueda ser manipulado desde los estrechos límites de su doctrinarismo.