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Diario YA


 

Nadie quiere un muerto, así que parece que caminamos hacia el ‘pacto de la concordia’: huida hacia adelante sin resolver el problema

El Pacto de la concordia

Luis Losada Pescador La pasividad de Rajoy exaspera. Tras el golpe del 1 de octubre solo se le ocurrió manifestar que “no ha habido referéndum”. Como si fuera un auditor. Después, tres días de largo e incómodo silencio para el jueves tender la mano y advertir -a los Aznares que en España son- que los tiempos los marca él. ¿Alguien entiende al gallego? Es verdad que su proverbial pasividad le ha permitido cosechar réditos políticos. ¿Por qué cambiar de estrategia? También es verdad que el 1 de octubre se visibilizó la incapacidad del Estado para repeler un movimiento secesionista.

“El precio de la grandeza es la responsabilidad” Winston Churchill Político y estadista británico.

Por fin, el Rey, ha hecho ese ejercicio de alta responsabilidad

César Valdeolmillos Alonso Por fin, ante la situación de extrema gravedad provocada en España por los nacionalistas catalanes y quienes les apoyan, el Rey, que según la Constitución, su persona “no está sujeta a responsabilidad”, ha hecho ese ejercicio de alta responsabilidad, que desde hace tanto tiempo, los españoles, estábamos echando en falta. Pero a pesar de no estar sujeto a responsabilidad legal alguna en los términos previstos en la Constitución, el monarca sabe muy bien, que cuando fue proclamado Rey de España, prestó un juramento: el de “desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes”. Si los políticos que nos desgobiernan no lo hacen, el Rey, como Jefe del Estado que es, demostró a todos sentir la responsabilidad de ser el, símbolo de la unidad y permanencia de la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.

El discurso del rey: Cada uno ha leído las palabras del Jefe del Estado como le convenía

Francisco Torres García.- A estas alturas nadie ignora cómo Jorge VI se tuvo que preparar con un fonoaudiólogo para anunciar la declaración de guerra a Alemania en 1939. Felipe VI, que pronuncia mejor que su padre, no ha tenido que recurrir a este tipo de ayuda, pero sí a un grupo de calculadores de la palabra. Naturalmente Felipe VI no ha ordenado nada, ni ha declarado guerra alguna, carece de competencias para ello (no es el Capitán General con mando efectivo). Tampoco puede anunciar medida alguna ni indicarlas (constitucionalmente carece de esas atribuciones).

Se busca mediador entre el obispo de Barcelona y Pablo Iglesias

La Lupa: La locura colectiva sigue su curso. La última novedad es que se busca mediador entre el gobierno de Rajoy y el catalán. Ante esto Pablo Iglesias se ha propuesto asimismo. Mientras, Rajoy se reunió con el obispo de Barcelona, cuya intercesión sería en principio bien recibida por el gobierno catalán.

sin palabras huecas, da via libre a la actuación del gobierno

Este es el gran mensaje del Rey

 

Quiero proclamar que la traición de lesa Patria del Jefe de Estado, del Presidente del Gobierno, del Poder Judicial, de las Fuerzas Armadas y de la Conferencia Episcopal

Manifiesto ante el asesinato de la Patria

José María Manrique, quien en 1968 juró Bandera e ingresó en el Ejército Nacional de España. En estas horas claves previas a la anunciada destrucción de España quiero descargar mi conciencia y salvaguardar mi honor. Quiero proclamar que la traición de lesa Patria del Jefe de Estado, del Presidente del Gobierno, del Poder Judicial, de las Fuerzas Armadas y de la Conferencia Episcopal (connivente con el aborto, las leyes de género, las herejías y el separatismo), al menos en su conjunto, rompen los nexos de lealtad y obediencia que les unían con los españoles y delimitan dos campos irreconciliables: quienes comparten la traición y los que no. Yo soy de los proclaman la traición y luchará contra los traidores, y así lo manifiesto pública y rotundamente.

Sí estabais solos y vais a estar más solos

Francisco Torres García.- Tiempo habrá para hablar de lo que todos hoy comentan y del alcance de la conspiración prorepublicana. Los hechos casi implican un juicio y una opinión: el increíble diálogo ofrecido por un Rajoy que aún piensa que los puede comprar; el anuncio de la más que previsible declaración de independencia en el parlamento autonómico para abrir negociaciones con el gobierno para pactar los flecos del acuerdo; el papel fundamental de la CUP en la realización de la votación; la mezquindad de la señora Colau... Y, sobre todo, del hecho incontrovertible de que en Cataluña han votado, por más que Rajoy y todos sus lacayos anden con cara de póker -lo de Albiol es digno de una tragicomedia- intentando convencer a los suyos de que han cumplido con su promesa y no ha habido reférendum.

El sábado asistí a la manifestación de Barcelona en la plaza de San Jaime, y pude vivir, entusiasmado, el ambiente en el que miles de barceloneses, con banderas españolas, catalanas y europeas, opinaban sobre el pseudo referéndum y el separatismo

Ellos y los demás ¿ESPAÑA DESPIERTA?

Manuel Parra Celaya. El separatismo siempre ha dado muestras de una característica innata, que le viene otorgada por su trasfondo ideológico de nacionalismo irredento y por su origen cultural e histórico en el romanticismo decimonónico: el victimismo. Suceda lo que suceda, se desenvuelvan de una forma u otra los acontecimientos, el recurso a la lamentación y al martirologio, cuando no a la lágrima, está servido.

La generación Piqué es una generación acostumbrada a que la mientan

La democracia que le gusta a Piqué

Rafael Nieto. La generación Piqué es una generación acostumbrada a que la mientan. Y a tragarse las mentiras, por una sola razón: porque son mentiras de consenso y por tanto gozan del respaldo mayoritario. La generación Piqué cree que la democracia consiste en votar en cualquier sitio y en cualquier momento, con urnas que ya están llenas de papeletas antes de empezar la votación, sin censo electoral, sin garantías jurídicas de ninguna clase y haciendo de una cuestión nacional un referéndum regional.

Puigdemont se ha hecho la foto votando y el 75% de los colegios han abierto. Hemos hecho el ridículo policial y hemos perdido la batalla de la comunicación. No se ha podido hacer peor

Hemos perdido

Luis Losada Pescador Estamos mucho peor que ayer. ¿La razón? Ha habido votación en el 75% de los colegios, Puigdemont se ha hecho la foto votando y la actuación policial ha regalado fotos que ninguno deseábamos. Es verdad que el kafkiano censo universal, la ausencia de sistemas electrónicos y la junta electoral dimitida no dan garantías jurídicas al referéndum. Pero se ha votado. Y se ha hecho por la deslealtad de los Mossos. ¿Es que acaso no era previsible? Desde que Trapero inasistió a la reunión del mando único, ¿no se podía anticipar que iba a cumplir arrastrando los pies?